La llegada de la menopausia siempre supone un cambio importante para las mujeres. El hecho de que se les retire la menstruación va a provocar una serie de síntomas que pueden aparecer en mayor o menor medida y alterar su forma de vida. Entre estos síntomas podemos encontrar aumento de peso, osteoporosis, dolor durante el coito e incluso también se puede llegar a padecer de insomnio.
La menopausia suele suceder entre los 44 y 56 años y al provocar cambios en los estrógenos puede acabar alterando el ciclo del sueño de las mujeres. De todos los trastornos del sueño existentes el insomnio es el más generalizado en la menopausia. En el rango de edad en el cual suele aparecer la menopausia es muy común que se tengan lugar una serie de desajustes emocionales que también puedan favorecer la aparición del insomnio. Depresiones, crisis de ansiedad y estrés son frecuentes en esta etapa y por lo tanto acaban provocando un enorme malestar en la mujer que no consigue conciliar el sueño.
La llegada de la menopausia provoca una mayor vulnerabilidad en relación con el Alzheimer. De acuerdo con este reciente descubrimiento, aparte de una disminución en el número de estrógenos, la mujer sufre la pérdida de encimas que la protegían del envejecimiento cerebral. Se comprobó en varios estudios que las mujeres premenopáusicas obtenían mejores resultados en tests de memoria que aquellas que ya la estaban sufriendo. No hay duda que tantas alteraciones pueden acabar mermando el estado de ánimo de la mujer.
Al encontrarse en el cambio a la menopausia la mayoría de mujeres sufren de sofocos y calores que se manifiestan en mayor medida durante la noche. Es común que en mitad de la noche las mujeres se despierten padeciendo de calor sofocante y una sudoración excesiva. No es raro que también se sientan en esos momentos palpitaciones. En algunos casos incluso podría llegar a desembocar en ansiedad. Se ha descubierto que las mujeres fumadoras y las que no realizan ningún ejercicio físico podrían empezar a experimentar la menopausia antes que otras.
El hecho de tener insomnio y no dormir las horas necesarias acabará provocando que las mujeres sufran de irritabilidad. La sensación de cansancio que les persigue durante todo el día acaba afectando al carácter. Sería bueno acostarse y despertarse siempre a la misma hora, no realizar siestas y evitar las cenas copiosas con el objetivo de poder combatir el insomnio.
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